Colombia está emergiendo como un líder en la transición energética a nivel mundial, gracias a sus vastos recursos naturales, especialmente en la región norte del Caribe, que ofrece excelentes condiciones para la energía eólica y solar. El país se destaca por su diversidad geográfica, lo que lo posiciona como un atractivo destino de inversión en energías renovables no convencionales.
Jaime Arteaga, director ejecutivo de JA&A, destaca el potencial de Colombia en energía solar y eólica, subrayando su contribución a la diversificación y sostenibilidad del suministro energético. Además, señala que una mayor disponibilidad de energía solar podría mitigar los impactos de fenómenos climáticos como El Niño.
La generación hidráulica constituye actualmente entre el 65% y el 70% de la generación de energía en Colombia, proporcionando una base sólida para la transición hacia fuentes renovables. El gobierno muestra un interés constante en promover inversiones en energía solar, eólica, biomasa y geotérmica, lo que convierte al país en un destino atractivo para la inversión en transición energética.
Además, se destaca la importancia de la participación local en estos proyectos para asegurar beneficios territoriales y promover su operación efectiva. Sin embargo, existen desafíos como abordar la electrificación de la demanda y la implementación de tecnologías para la gestión eficiente de la energía.
La matriz energética colombiana se basa principalmente en fuentes hidráulicas, pero se está diversificando con la incorporación de energía solar y eólica. Sin embargo, estas últimas aún representan menos del 5% de la capacidad instalada.
En última instancia, la apuesta por las energías renovables no solo busca mitigar el cambio climático, sino también promover un desarrollo más equitativo y sostenible a nivel mundial, evidenciando los beneficios ambientales y sociales de esta transición energética.