México apuesta por los combustibles fósiles
  • 05 Mar, 2021

México apuesta por los combustibles fósiles


Unos 8.000 millones de dólares invertidos en la construcción de una nueva refinería, otros 100 millones para resucitar el negocio del carbón y una reforma eléctrica que privilegiará a los combustibles fósiles sobre las energías renovables. Las políticas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador le están dando un portazo al Acuerdo de París y, según la organización Climate Action Tracker, están llevando al país a romper sus compromisos para combatir el cambio climático.

El consorcio científico internacional, que evalúa los pasos que toman los países para cumplir el Acuerdo, ha rebajado de “insuficiente” a “muy insuficiente” la calificación que le otorga al plan de reducción de emisiones de México. La Secretaría de Medio Ambiente presentó en diciembre pasado ese plan, que contempla recortar un 22% los gases de efecto invernadero para 2030, lo mismo que ya había prometido en 2015.

Esto viola el Acuerdo de París, que exige a los países miembros aumentar cada cinco años sus esfuerzos para contener el calentamiento global. México no es el único que está incumpliendo esa cláusula. Otros nueve países, como Brasil o Rusia, tampoco están haciendo lo suficiente para alcanzar el objetivo del tratado: mantener la temperatura media mundial por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.

“Lo alarmante en el caso de México es que ha pasado de ser un país que lideró la lucha contra el cambio climático en la región a tomar una dirección totalmente opuesta”, dice Sofía Gonzáles-Zúñiga, analista de Climate Action Tracker. La experta señala que el país no solo mantiene las mismas metas de reducción en términos porcentuales, sino que, tras una revisión en sus cálculos, ahora estima que generará 774 millones de toneladas de CO2 en 2030, por encima de los 763 millones pronosticados en 2015.

México es uno de los 15 mayores emisores de gases de efecto invernadero con el 1,47% del total mundial, pero, según el consorcio científico, no está asumiendo esa responsabilidad para hacer un mayor esfuerzo en la lucha contra el cambio climático.

El país ha borrado de sus objetivos el compromiso de recortar sus emisiones en un 50% para 2050 respecto al nivel del año 2000, algo que sí había incluido hace cinco años. Tampoco se fija una meta para alcanzar las cero emisiones, como han hecho China, Estados Unidos o la Unión Europea. Climate Action Tracker alerta además sobre la falta de transparencia e información que ofrece México para explicar cómo alcanzará sus objetivos.

Mientras tanto, las políticas del Gobierno apuntan en la dirección opuesta a la descarbonización de la economía. La semana pasada la Cámara de Diputados aprobó la polémica reforma eléctrica de López Obrador, que implica que las centrales de la paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) –que se abastecen principalmente de hidrocarburos– tendrán preferencia para subir su producción a la red sobre las privadas, propietarias de la mayor parte de las renovables del país.